La serie Mad Men, galardonada de nuevo por los premios Emmy y una de las producciones con más “humo” de la historia, llegará el próximo 25 de marzo con su quinta temporada. Ambientada en el Nueva York de los sesenta, la época dorada de la publicidad, relata las vivencias de los trabajadores de Sterling Cooper, una agencia de publicidad.
Mucha gente la ha criticado porque afirman que es publicidad encubierta pero, muchos otros, defienden que la serie, creada por Matthew Weiner, uno de los guionistas de Los Soprano, es el reflejo de una época en la que la comunicación comercial carecía de cualquier tipo de restricción; en la que los automóviles no tenían por qué ser ecológicos, y el tabaco podía promocionarse.
Elegida por cuarto años consecutivo como mejor serie dramática, la serie de la AMC acumula 15 premios Emmy y cuatro Globos de Oro, y lo que da una idea del talento de sus creadores.
Muchas personas la han calificado de machista, ya que las mujeres estaban relegadas a un segundo plano pero, igualmente, se podrían criticar los medios tecnológicos de la época que, por la que era, no existían. Era otra época que, por suerte, supo avanzar.
Personalmente, es una de las mejores series que he visto. Cada uno de sus personajes tiene gancho, y eso no suele pasar con frecuencia. Un argumento que muestra lo peor y lo mejor del ser humano; personas con secretos, luchas de poder, deseos y ambiciones. Hombres poderosos, codiciosos, mujeriegos, y débiles; mujeres que cubren, por su parte, el mismo abanico, aunque desde un rol completamente diferente y que a día de hoy sería imperdonable.