Un padre, Ramón, y su hijo de 12 años…
-Fíjate -le decía su padre, al tiempo que señalaba algo en dirección al mar. Y el chiquillo miró a los pájaros blancos que, graznando, se elevaban por encima de las rocas, con las alas extendidas, sin apenas moverlas.
-¿Las gaviotas?
-No, pon atención.
Joan no comprendía y observó a su padre. No vio nada extraordinario y se giró interrogante hacia su padre.
-Mira las nubes -le dijo.
El niño contempló aquellos volúmenes, con aspecto de lana sin hilar, que, pese a esconder algún tono gris en sus vientres, mostraban un blanco deslumbrante.
-Fíjate bien, Joan -insistió Ramón.
-¿No ves ese caballo que levanta las patas para saltar? -Y apuntó con el dedo.
El chico miró aquellas formas de luz, buscando al animal.
-Observa -insistió el padre.
Y de pronto vio la crin, las orejas, el hocico y la boca entreabierta-de un fantástico ser hecho de nubes, que alzaba sus patas. Se-movía lentamente, tensados los músculos.
-¡Lo veo! -gritó Joan, a la vez que señalaba-. ¡Es cierto, es un caballo!
-¡Sí que lo veo! -repuso. Se mantuvo silencioso unos momentos-contemplando aquel escenario increíble para exclamar después: -¡Y más allá un gigante, y allí un perro!
Ramón Serra miró a su hijo sonriente, era un niño de doce años…
Ambos son los protagonistas del libro que ahora mismo ocupa mi mesita de noche, y un espacio en mi bolso. Se llama: "Prométeme que serás libre " de Jorge Molist.
Mi sobrina Fátima…
Hace una semana, mi sobrina y yo estábamos jugando en la casa de mis padres y después de que ella me peinara durante una casi una hora, decidió que quería que me inventara un cuento. En medio de mi narración, nos encontrábamos subiendo una montaña y le dije:
- Corre, te tienes que resguardar.
- ¿Por qué?
- Porqué está lloviendo
Mi sobrina alza sus manos sobre su cabeza y se protege.
-Fati, así sólo te proteges un poco, y hay tormenta; está lloviendo muchísimo y te vas a poner mala.
De repente, sale corriendo y tarda casi cinco minutos en volver. Me da en la mano y me dice:
- Ya está.
- ¿El qué, mi vida?
- Me he puesto un chubasquero, ¿seguimos subiendo?
Y si, seguí subiendo porque la imaginación de los niños no tiene fronteras, y porque es tan importante que los padres la fomenten como que los niños la desarrollen.
¡¡¡BUEN FIN DE SEMANA!!!

2 comentarios:
Para comérsela a Fati con sus manitas sobre la cabeza o con chubasquero. Cuentanos el cuento a los demás no seas egoísta.
;)
¡¡¡BESOSSS!!!
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